Tengo que confesar que cuando un grupo de amigos me propusieron hacer una escapada a la Sierra de Gata en Cáceres, muy poco sabía de este enclave natural, que luego a la postre resultó ser un maravilloso Parque Cultural con una riqueza natural excepcional y un gran legado histórico.
Para situarnos la Sierra de Gata, con una superficie de 1254,16 kilómetros cuadrados, se encuentra al noroeste de la provincia de Cáceres limitando al norte con la provincia de Salamanca, al oeste con la Reserva Natural de la Serra da Malcata en Portugal, al este con las comarcas de Las Hurdes, de las Tierras de Granadilla y de las Vegas del Alagón y al sur con la comarca de la Tierra de Alcántara. Su secular aislamiento ha convertido esta zona en un espacio protegido de gran interés biológico y paisajístico, por lo que fue incluido en el año 1977 en el Inventario Abierto de Espacios Naturales de Protección Especial, encontrándose entre los más importantes la Reserva Ornitológica del Embalse de Borbollón, la Reserva del Buitre negro en el Valle del Árrago, la Reserva Paisajística del monte Jálama y la Reserva Biológica de Sierra de Gata.
Su privilegiado enclave ha favorecido el asentamiento humano desde el Neolítico hasta nuestros días, por lo que por estas tierras han pasado y dejado su huella civilizaciones tan importantes como los romanos, visigodos, musulmanes… de los cuales se conservan dólmenes, castros, recintos amurallados, calzadas, puentes, castillos, iglesias, casas palacio… y un sinfín de edificaciones que merece la pena visitar, como el singular castillo de la almenara, una fortaleza defensiva medieval del siglo XV, de la que hoy apenas se conserva la torre y algunos sillares de su muralla y que se ha convertido en emblema de esta Sierra mágica, de la que forman parte veinte municipios, de los cuales cinco (Gata, Hoyos, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo y Trevejo) han sido declarados Bienes de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico, por haber logrado mantener su secular arquitectura tradicional.
Los monumentos destacados para visitar son:
- Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Robledillo de Gata. Construida en el siglo XVI, con planta rectangular, de una sola nave, dividida en cuatro tramos. Destacable la cubierta mudéjar de la sacristía.
- Iglesia de San Pedro en Gata. Construida en el siglo XVI es una de las más interesantes de la comarca. Su edificación íntegramente de sillares graníticos le confieren un aspecto de gran robustez. Encima de la ventana norte se haya colocado un escudo con corona real que corresponde a Felipe II. En la fachada de poniente sobresale un rosetón, con gran abocinamiento y embellecido por dos baquetones circulares.
- Dólmenes del Chanquero y del Matón en Hernán-Pérez. Ambos con cámara y corredor.
- Iglesia de Nuestra Señora del Buen Varón en Hoyos. Su puerta principal es uno de los mejores ejemplos del estilo tardorrománico de Extremadura. Reseñables son también sus gárgolas con formas tubulares y de animales, así como los ocho pináculos que decoran y bordean la iglesia.
- Casas Palacio en San Martin de Trevejo. Entre las que destacan la Casa del Comendador, la Casa de los Ojesto… Y lo más llamativo de estas antiguas viviendas es que, en la actualidad, han sido reconvertidas en apartamentos turísticos, como es el caso de los Apartamentos A Fala.
- Antigua almazara en San Martin de Trevejo. Del siglo XII que junto con un lagar adyacente constituyen el Museo del aceite y del vino.
- Castillo en Santibáñez el Alto. De este castillo medieval actualmente se conservan las murallas perimetrales, así como el aljibe.
- Rollo Jurisdiccional en Torre de Don Miguel. Este Rollo es un símbolo de libertad y del poder que el Concejo había adquirido en el año 1428, con el título de villa, para que sus propias autoridades pudieran juzgar las causas civiles y penales, dentro de su término, independizándose de Santibáñez.
- Castillo en Eljas. Construido en el siglo XV, fue sede de una de las encomiendas de la Orden de Alcántara. Resultó parcialmente destruido en el siglo XVII durante la guerra con Portugal, dada su importancia estratégica.
Las otras riquezas que pueblan Extremadura
Extremadura es tierra de pastoreo, y ello se ve reflejado en su rica gastronomía, puesto que en sus platos destacan las carnes y las hortalizas, como la caldereta de cordero, la chanfaina de cabrito, las perdices al modo de Alcántara, el allu de patatas, el girixi-girixo… o los productos tan de la tierra como los jamones ibéricos, la Torta del Casar, las cerezas del Jerte y el pimentón de la vera, entre otros.