Hoy vamos a hablar de la dieta mediterránea porque ¿qué es sino la dieta mediterránea que el consumo de frutas y verduras, así como pescado, que se extrae de nuestra tierra y que tiene un gran valor nutricional? Las empresas exportadoras producen en Valencia, Alicante, Castellón o en la huerta murciana para llevarse fuera nuestro “oro” nuestras frutas y verduras, y lo hacen porque saben que tenemos un gran producto. Allfruitexport.com es una de esas empresas y me enorgullece decir que son conscientes de que la costa mediterránea es el centro indiscutible de los mejores productos hortofrutícolas de España, y por eso producen aquí.
Pero esto es algo que no sólo digo yo, o no sólo lo dicen las empresas exportadoras de frutas y verduras, lo dicen los expertos y los nutricionistas. Carla Zaplana es una nutricionista que ha escrito un libro sobre lo que ella llama superfood (súper alimentos) y asegura que la dieta mediterránea es realmente buena, pero ya no sabemos utilizarla.
Por un lado está totalmente de acuerdo con la afirmación de que las frutas, verduras y legumbres que se producen en el levante español están llenas de antioxidantes, vitaminas y nutrientes que todos deberíamos consumir pero, por otro lado, tiene la teoría de que la dieta mediterránea ha desaparecido porque ya casi nadie se ciñe a esos productos naturales y a los pescados recién cogidos del mar, sino que por mucho producto mediterráneo que ingiramos también comemos un montón de alimentos llenos de colorantes, conservantes y demás químicos que compramos en los supermercados.
El llamado superfood, para ella, es un alimento que tiene un altísimo valor nutricional, esto quiere decir que en pequeñas cantidades nos aporta muchísima micronutrición, vitaminas, minerales, enzimas activas, antioxidantes y otros fitoquímicos que son las claves de un buen estado de salud. Según ella, la dieta mediterránea se basa en vegetales, pescado, algún que otro huevo y, de vez en cuando, algo de carne, pero esa dieta ya no la lleva nadie. Sin embargo, hay superalimentos en el mediterráneo que sí podemos consumir habitualmente y que están al alcance de nuestra mano, como las semillas de lino, los brotes y germinados, los vegetales de hoja verde, el polen de abeja, la miel, las ortigas y mucho más.
La joven nutricionista también apuesta por el jengibre y la cúrcuma que son dos de sus especias favoritas. En cuento a la cúrcuma, es muy fácil incorporarla en la cocina, porque se puede incluir en cada uno de nuestros platos, empezando por la mañana con el zumo o le batido verde, al que podemos añadir un trocito de raíz. Si no encontramos raíz fresca, siempre podemos utilizar la cúrcuma en polvo y añadir media cucharadita de café a nuestro zumo verde, y también podemos incluir en las salsas, como la que ponemos en la ensalada a mediodía, o dentro de las cremas de verduras, os i preparamos un guiso de arroz con setas, o una quinoa con verduras, también le podemos añadir un poquito de cúrcuma.