¡Súmate al cambio! Apuesta por la agricultura sostenible y ecológica

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Que la agricultura sostenible está de moda lo sabemos todos pero el problema es que no somos conscientes de que además de una moda es algo necesario. El cambio climático y la necesidad de producir mayor cantidad de todo nos obliga a investigar e invertir en estudios que nos faciliten conseguir dichas metas. En mi familia llevamos años implementando cambios en nuestro modelo de trabajo para ser, cada día, un poco más ecológicos y un poco más sostenibles, pero no todos los empresarios de este sector piensan del mismo modo.

Puede parecer una tontería pero nosotros llevamos varios años trabajando, codo con codo, con Cartonajes Mimó, una empresa que nos facilita las cajas con las que luego distribuimos nuestros productos con el fin de apartar el plástico de nuestra logística. Eliminar este material de nuestra producción fue una decisión que tomamos hace más de 7 años para contribuir al reciclaje con las cajas de cartón y dejar de ser una empresa que trabaja con plástico, un material que contamina muchísimo a nuestro planeta. Grano a grano, vamos haciendo montañas.

Alrededor del 40% del territorio en España está relacionado con la agricultura y, por lo tanto, deberíamos ser uno de los países que más invirtiera en la sostenibilidad en este sentido pero, a día de hoy, no es así. La mayoría de países europeos nos pasan por delante así que deberíamos espabilar y ponernos las pilas.

¿Cómo podemos trabajar este problema?

Para empezar no podemos dejar todo el peso del problema y del cambio sobre los hombros de los agricultores, también deben actuar los distribuidores, la cadena alimentaria y los consumidores que tienen en su mano consumir productos producidos de una manera sostenible frente a los que no respetan el medio ambiente y, la mayoría de las veces, este factor no se tiene en cuenta a la hora de comprar.

Para conseguir abordar estos restos, desde la Fundación Global Nature se están llevando a cabo varias líneas de acción. Una de ellas se centra en el aprovisionamiento sostenible de la cadena alimentaria mientras que otras se están acometiendo dentro de proyectos Life.

También se está llevando a cabo una labor de concienciación porque muchas investigaciones se quedan sólo en artículos y debemos incidir en que tengan una transferencia a la sociedad y que se apliquen en la agricultura, acompañando al agricultor.

La realidad es que la fumigación con productos químicos o la utilización de nutrientes no ecológicos son un camino por el que cada día pasean menos agricultores que, en cambio, han decidido coger la bifurcación hacia la sostenibilidad por diferentes motivos: moda, economía e incluso por imagen de marca. A mí, personalmente, los motivos me dan igual mientras se busque el mismo resultado. Sería precioso hablar de un sector unido en busca del mayor respeto medioambiental que podamos conseguir, pero aquí lo que importa no es la moralidad de los agricultores que opten por esta vía sino que cada vez sean más los que se sumen a ella para llegar hasta la meta final: una agricultura variada, sostenible y ecológica que cubra la demanda de todo el planeta… aunque empezaremos pensando en España, ¿no?

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