Ha llegado el buen tiempo y es el momento de disfrutar del ocio y el tiempo libre que nos hemos ganado a pulso durante todos estos meses de frío. Hace poco tuvimos la Semana Santa y el mes de mayo también es propicio para que mucha gente disfrute al fin de varios días de tranquilidad. La gente suele esperar con muchas ganas la llegada de esta época de verano previa al verano y la verdad es que no es para menos. Por eso, es siempre idóneo tener la maleta preparada y sacar el máximo partido posible a cada hora libre que nos deje el trabajo o nuestras obligaciones personales.
Una de las mejores maneras de conseguir ese objetivo de disfrutar del tiempo libre es viajar, de ahí que os hayamos comentado la necesidad de tener la maleta preparada. Vivimos en un país en el que, por suerte, tenemos múltiples maneras de disfrutar de un par de días fuera del trabajo. En un puente siempre se suele escoger algo de corte más nacional en lugar de salir del país, algo para lo que se necesita algo más de tiempo. Saber que tenemos muchas zonas de España por conocer es algo que siempre anima a salir de casa y disfrutar de la enorme variedad paisajística, gastronómica y cultural que hay a lo largo y ancho de nuestro territorio.
Eso sí: estamos acostumbrados a un tipo concreto de turismo, que es el de sol y playa. Pero España, a pesar de haber tenido que soportar ese estereotipo, es un país que presenta un montón de opciones más. Disponemos de una historia que es la envidia de todo el mundo y, además, tenemos un entorno rural del que para sí quisieran muchas naciones de todo el mundo. El interior de nuestro país es un verdadero filón de belleza y eso es algo en lo que muchas veces no hemos pensado pero de lo que empezamos a ser conscientes en los momentos en los que nos encontramos. Y esa es una noticia excelente.
Los datos aseguran que, desde la segunda década de este siglo, el turismo rural ha venido ganando enteros. Según un estudio de Statista, el número total de viajeros que se alojó en establecimientos de turismo rural entre 2013 y 2019 se estabilizó en torno a los 3’5 millones, una cifra que volvió a repetirse en 2023, ya después de la pandemia. Por tanto, podemos hablar de que este modelo de turismo empieza a estar asentado y que ahora goza de un mejor futuro puesto que, desde el final del coronavirus, las generaciones jóvenes, que quizá eran las que menos solían practicarlo, lo han empezado a valorar como una de las actividades de referencia a la hora de sacar provecho a sus huecos libres.
Hacer turismo rural es destapar una caja de sorpresas. Ocurre muchas veces que no sabemos muy bien cómo es exactamente nuestro país desde el punto de vista geográfico. No sabemos algunas de las maravillas que lo componen. Hay determinadas cuentas en redes sociales que presentan fotografías de lugares espectaculares que ni siquiera creemos que sean de aquí, pero que lo son. En muchas ocasiones, están relacionadas de una manera directa con lugares rurales en los que la paz y la tranquilidad son dos componentes fundamentales. Y, en muchos casos, es precisamente eso lo que se necesita para desconectar de verdad.
Además, tenemos la suerte de poder contar con destinos perfectos de turismo rural en prácticamente cualquier región de nuestro país. España es un país rico en ríos, montañas, sierras y demás accidentes geográficos que pueden convertir, y de hecho convierten, a pequeños rincones en verdaderos paraísos. Hemos tardado demasiado tiempo en explotar la felicidad y la tranquilidad que aportan estos lugares y es que merece la pena visitar alguno de ellos al menos una vez al año para reecontrarnos con nosotros y nosotras mismas. Por tanto, siempre queda alguno relativamente cerca de casa, aunque tened en cuenta que, cuanto más cerca lo tengáis, más probable será que ya conozcáis algunos de los secretos que le rodean.
Verín, un remanso de cultura y naturaleza en Galicia
Estaréis de acuerdo con nosotros en que Galicia es una de las regiones que presentan más motivos para ser visitadas en lo que respecta a España. Y tiene muchos motivos para ser visitada por los amantes del turismo rural. Verín es una de las zonas de Galicia que se encuentran entre las más destacadas en ese sentido. Los propietarios del hotel Villa de Verín consideran que los argumentos con los que cuenta la zona para ello son la naturaleza existente en la región, las actividades al aire libre que se pueden realizar (muchas de ellas relacionadas con los ríos que la recorren), las aguas mineromedicinales, la ruta del vino de Monterrei y el entroido de Verín, la fiesta más popular de la localidad.
Son muchos los secretos que encierra esta zona y que llevan años atrayendo a mucha gente. Desde luego, resulta evidente que poder estar en contacto con la naturaleza y poder revestir eso con una gastronomía de tanta calidad como la gallega o con actividades diferentes a las que solemos hacer de manera habitual ayuda y mucho. Y la verdad es que eso es precisamente lo que busca la gente cuando tiene algunos días libres y desea cambiar de aires. Estos viajes se terminan recordando durante mucho tiempo porque realmente cumplen con el motivo que se les asigna: descansar. Muchas veces, cuando pensamos en ir de vacaciones a la playa, al final hacemos de todo menos eso puesto que las aglomeraciones en este tipo de lugares son cada vez mayores y los agobios, en consecuencia, también lo son.
Muchas veces, cuando hablamos de Galicia, solo solemos pensar en las zonas de costa porque proporcionan un pescado y marisco que son de primera calidad y porque es donde se sitúan las que quizá sean las dos principales ciudades en lo que a industria se refiere: La Coruña y Vigo. Pero debemos tener en cuenta que el interior es muy interesante (más allá de Santiago, por supuesto) y que presenta zonas que, desde luego, van a quedar marcadas para siempre en nuestra memoria. Galicia es una de las regiones que más cuida de su naturaleza en toda España, ayudada, como no podía ser de otra manera, por un clima que es bastante generoso en lo que a lluvias se refiere.
También es un destino idóneo para mucha gente en términos de temperatura. Cuando llega la primavera y, sobre todo, el verano, muchos de nosotros y nosotras vamos buscando lugares en los que el calor no apriete tanto pero en los que, por supuesto, no haga frío. Galicia responde a estas necesidades y ese también es un punto muy a su favor. Por eso hay tantas personas a las que todo lo que tenga que ver con esta región les agrada mucho. No es para menos. Por algo Galicia tiene una de las mejores calidades de vida de toda España y por eso la va a seguir manteniendo por muchos años que pasen.
Este es el país que más apuesta por su mercado turístico rural
España es uno de los países que más y mejor apuesta por su mercado turístico rural, pero lo cierto es que hay naciones que lo hacen cada vez mejor. Entre ellas se encuentra una que es la líder en este campo y que no es otra que China. Así lo asegura una noticia que vio la luz en la web de Tourism and Society Tt. La verdad es que no mucha gente lo hubiera dicho, pero la realidad es la que es y no cabe la menor duda de que esto responde a un impulso por parte de las autoridades chinas. En España, se están haciendo grandes esfuerzos por alcanzar buenos resultados y eso es lo que está detrás de los grandes registros que se vienen teniendo en lo que al turismo rural respecta desde hace más o menos una década.
Son muchas las personas que necesitan desconectar puesto que el día a día les supera en lo mental. Un trabajo puede llegar a ser muy estresante e incluso la vida en casa lo puede ser en determinados momentos en los que tengamos que estar pendientes de muchas cosas. Todos y todas pasamos por momentos en los que necesitamos cambiar cosas y parar para descansar. Si no es así, nuestro estado de salud mental se puede ver muy pero que muy afectado.
Encontrar esos días de asueto que necesitamos es algo que debemos considerar como prioritario. Y tenemos la enorme suerte de que nuestro país ofrezca un montón de posibilidades al respecto. Hay que saber aprovecharlas y disfrutar de todos los beneficios que nos aportan, que son muchos y que la verdad es que pueden cambiar nuestra vida para bien. La tranquilidad de una montaña, el sonido del agua de un río o una ruta observando plantas o animales que no vemos en cualquier sitio es siempre sinónimo de disfrute y calidad de vida. Perdérselo no es recomendable.
