Si en la ciudad los vehículos de segunda mano se venden como churros, imaginad como se venden en el campo, tanto los vehículos particulares como los vehículos especiales agrícolas (tractores, motocultores, vehículos portadores, maquinaria automotriz, etc.) Tened en cuenta que este tipo de vehículo es extremadamente caro y, por ende, es muy común la venta de segunda mano. Al final, uno de estos vehículos puede haber pasado por tres o cuatro agricultores antes de acabar en la chatarra.
El problema es que este tipo de maquinaria es tan cara (porque al final para nosotros es eso, maquinaria) porque requiere de mucho mantenimiento, y si el dueño anterior no ha llevado un buen control en este tema es muy posible que poco tiempo después de la compra vengan los problemas, y de ahí que yo me sepa la norma de Vicios Ocultos al dedillo, aunque he de reconocer que también tengo tanta información porque en viciosocultos.es me han asesorado a las mil maravillas, pero ese es otro tema.
En qué consiste la norma
La normativa general del Código Civil sobre compra-venta, concretamente lo que se conoce como “saneamiento por vicios ocultos o redhibitorios” viene a decir que si aquello que has comprado tiene un fallo/rotura/error grave que dificulte, imposibilite o disminuya su utilidad, el comprador puede pedirle al antiguo dueño que arregle el problema o que le rescinda el contrato de compra-venta, abonándole los gastos que pagó. En otras palabras, que si me compro un tractor de segunda manos y éste, desde el primer día y hasta los 6 meses después de su compra, me da problemas, puedo pedir que me devuelvan el dinero por ley o que arreglen los fallos que tenga dicho tractor.
Ahora bien, ese problema debe existir antes de la compra. Lo que quiero decir es que si compras un vehículo y durante el trayecto a casa la empresa de transporte le provoca algún daño será el seguro de dicha empresa quien tendrá que hacerse cargo de los desperfectos o, en último caso, será problema tuyo, no de la persona que te vendió dicho vehículo. Esto lo comento porque a mi padre le pasó algo similar y desde entonces sólo trabaja con esta empresa de transporte de vehículos internacional, ya no se fía de ninguna otra.
En una ocasión nos vendieron una azada a motor supuestamente buenísima, que ya de segunda mano costaba una pasta, y en menos de dos semanas el motor empezó a fallar y a dar problemas. Llamamos al equipo técnico de la marca y se llevaron la azada para revisarla y darnos presupuesto para su reparación pero, cuando nos llamaron, nos dijeron que esa azada había estado entrando y saliendo del servicio técnico varias veces en los últimos seis meses y que ya no sabían qué más podían hacer para solucionar el problema. Sabían que era la misma azada porque llevaba el número de serie inscrito en la parte posterior de la máquina.
Obviamente llamamos al agricultor que nos vendió la máquina y le pedimos explicaciones que no supo darnos, de hecho esquivó el tema varias veces, parecía un maestro de Matrix esquivando balazos y cambiando de tema. No nos quedó más remedio que ponerle una denuncia que, por supuesto, ganamos por vicios ocultos, y el hombre tuvo que devolvernos el dinero. Nos la quiso colar, pero no le salió bien.
No todo el mundo es consciente de este tema y muchos acaban tragándose lo comprado, por muy mal que esté, porque no es consciente de que puede reclamar y denunciar así que deberíamos difundir más esta información con el fin de que nadie pueda timar o estafar a ningún compañero agricultor, ni siquiera entre nosotros.