Hay pocos productos que tengan más fama en España que un buen vino. Sin duda, hablamos de una de las referencias de la gastronomía nacional. Está claro que hay muchas personas que adoran una bebida como de la que estamos hablando, pero España no es el único país del mundo en el que su consumo es interesante. Buena parte de nuestros vinos se exportan al extranjero y eso convierte al vino español en uno de los mejores del mundo. No lo decimos nosotros, lo dicen los organismos internacionales especializados en la materia.
Para conseguir esa fama, hay un enorme trabajo detrás que se debe valorar. Recordemos que la producción de vino está ligada de una manera directa a la agricultura y que este ámbito es uno de los más relevantes para garantizar no solo un vino de calidad, sino también la calidad de todos y cada uno de los productos que proceden de la tierra: es el caso de las patatas, los tomates, las calabazas… Productos que caracterizan a nuestro país y que le convierten en uno de los que tiene mejor gastronomía de todo el mundo. Y es que esto es digno de celebrar y algo de lo que debemos presumir.
El cuidado de nuestros campos es, sin duda, uno de los secretos que mejor guardan los productores de vino de este país. Los profesionales de Bodegas Federico nos han hecho saber que la calidad del vino se corresponde directamente con la inversión que realizamos en el cuidado de las tierras en las que crece la vid. Y, en España, esa inversión siempre ha sido alta (y más que lo está siendo en los últimos años). Eso explica que la calidad de nuestros vinos sea tan elevada y que las ventas de estos caldos españoles se hayan potenciado tanto más allá de nuestras fronteras.
Está claro que la tendencia la debemos conservar a toda costa. ¿Cómo podemos conseguir esto? La respuesta es sencilla: hay que seguir cuidando de nuestros campos para que nos devuelvan los mejores vinos, pero también es idóneo que le contemos al mundo lo bueno de nuestra manera de producir vino. Esa es una de las claves no solo para potenciar las ventas de vino, sino para cuidar de la imagen que tiene nuestro país de puertas para afuera y que tan importante resulta para cualquier tipo de negocio que proceda de nuestro país.
¡No producimos poco!
Regresando a lo que concierne al negocio del vino, hay datos que reflejan que España está haciendo muy bien las cosas. Según una noticia que fue publicada en la página web especializada Vinetur, nuestro país superó los 4.000 millones de litros en los 12 meses anteriores a septiembre de 2021, lo cual implicaba un aumento de más del 20% con respecto a los datos de la campaña anterior. Si se produce un vino de calidad y, encima, hacemos que esa producción sea alta, estaremos haciendo posible que las empresas del sector gocen de una más que buena salud.
En relación a los datos que nos dejó esa campaña, el diario La Vanguardia publicó que España ya era el segundo productor mundial de vino después de superar a Francia. Ponernos por encima de nuestros vecinos franceses, que tienen en el vino una importante fuente de negocio, es muy complicado y es algo que tenemos que valorar. No cabe duda de que eso nos viene a decir que el trabajo que se viene ejerciendo en España en lo que tiene que ver con el vino es de un enorme valor. Hay que seguir por este camino.
Hay argumentos para estar contentos con el sector del vino en este país y como para pensar en que el futuro nos depara buenas noticias. Además de todo lo que hemos venido indicando, es necesario destacar que el consumo de todo tipo de vinos ha crecido en el interior de nuestras fronteras, algo que agradecemos puesto que ese consumo experimentó una caída gradual entre la década de los 80 y los 2000. Ahora, la tendencia es otra y estamos seguros de que el aumento de consumo del vino es algo que va a copar muchas noticias de aquí en adelante.
Hay que estar contentos con todo lo que nos está proporcionando el vino y ser conscientes de que la calidad y el cuidado de nuestra tierra es un arma fundamental para ello. Si no cuidamos de nuestra tierra y de su entorno, está claro que vamos a dejar de producir caldos de tan enorme valor. De ahí que sea tan especialmente importante el respeto por el medioambiente en lo que tiene que ver con este sector. Si no tenemos ese respeto, lo que vamos a tener son problemas para conservar el buen nombre de nuestros caldos.
