Hoy en día nadie duda de los beneficios múltiples que el vino tiene en la salud. Por supuesto con un consumo moderado, porque como todo en la vida, el exceso no es bueno. Los estudios dicen que una copa de vino en la sobremesa es la mejor forma de mantener tu cuerpo a tono. Sin embargo, no sé si será porque se está intentado exprimir la teta de la vaca, pero cada vez noto peor calidad. Por eso, os vengo a hablar del vino ecológico, una nueva variedad que viene pegando fuerte. Eso sí, siempre lo seguiré tomando en copas de calidad, por ejemplo las que compro en Export Cave.
Os cuento un poco. Cada vez mas se está consumiendo en Europa más vino ecológico. Para que sea así considerado son varios los requisitos que el reglamento marca para entrar en la categoría de Vino Ecológico dentro de la Denominación Genérica «Agricultura Ecológica». En este caso las viñas deben ser abonados con abonos orgánicos naturales, sobre todo los que son de origen vegetal procedente de residuos del propio cultivo, como orujos o sarmientos triturados. También se admite el estiércol de animal y el compost y quedan totalmente prohibidos los abonos minerales, especialmente los nitrogenados y para la buena conservación de la flora microbiana del suelo queda totalmente prohibida la quema de los restos del cultivo. Así lograremos un vino ecológico.
Pero aún hay más. Otro requisito obligatorio es que son la conservación y el embotellado del vino se hagan sin tratamientos y que la vinificación se haga sin el antiséptico y antioxidante SO2, que tiene efectos negativos en la salud. Vamos que cuando te lo lleves a la boca sientas que estás tomando vino natural, sin aditivos ni añadidos, que ahora están tan de moda.
Etiquetado diferente
Hay un truco para saber si estamos ante un vino ecológico, siempre llevará en su contraetiqueta el certificado de que forma parte de la Denominación Genérica «Agricultura Ecológica». De esta manera el camarero pillín de turno no os podrá engañar cuando le pidáis un vino ecológico, y os diga que sí tiene, y os saque el primero que tenga en su bodega. En Andalucía de concentra el 50% de las hectáreas de producción ecológicas de toda España, siendo además la primera comunidad que optó por un sello de calidad y de producto ecológico diferente.
Quizás porque haya ya tomado tanto vino con aditivo, ahora soy muy aficionado al vino ecológico. Me gusta irme a mi pueblo, y beberlo a través de estos utensilios que compro en la web. Ya os digo que un vino no me sabe igual si lo tomo en cualquier vaso, a tomarlo en estas copas de vino. Además son muy importantes los decantadores, yo siempre los compró en esta web y la verdad es que no tengo problemas.
Ahora que está tan de moda la cultura del vino, pero también lo hace la conciencia ecológica, que mejor forma de disfrutar de las dos cosas que uniéndolo. A nivel nacional, los productos ecológicos son cada vez más demandados, siendo uno de los temas que más preocupa a la industria. En la pasada jornada tecnológica de la Feria de Zaragoza los protagonistas indiscutibles fueron el aceite y el vino ecológico, así que es hora de apuntarse a esta moda.