Desde la Organización Mundial del Turismo se insiste en las bondades que tiene el turismo enológico para muchas zonas del planeta. Hablamos de zonas que en muchas ocasiones tienen un alto contenido de economía rural y donde la actividad principal es la agraria. El turismo amante del vino suele estar bien posicionado, ser respetuoso y estamos ante un sector que mueve muchos millones de euros cada año.
El enoturismo, está en crecimiento en los países europeos, especialmente en España. De todo esto podemos ver muchas oportunidades, pues se pueden visitar muchas bodegas y los crecientes museos del vino que van inaugurándose y que tienen cada vez más visitas, pues este mundo interesa y mucho.
Está claro que la manera de hacer turismo y de realizar los viajes está en pleno cambio, las personas actualmente no solo buscan visitas sitios nuevos y volver al hotel, ahora queremos enriquecernos con experiencias nuevas, así como un mayor conocimiento sobre la zona y aprender lo que más nos interese de cada lugar.
Es un hecho que cada vez nos interesa más vivir más los diferentes destinos turísticos y esto es uno de los motivos de más importancia por lo que el enoturismo tiene cada vez más adeptos en nuestro país y en el continente europeo.
¿Qué es exactamente el enoturismo?
Se entiende por enoturismo aquel que tiene al vino como una parte fundamental de la visita. En él se suma, la propia cultura vinícola, la arquitectura, el paisaje del vino y el mismo como producto.
Hablamos de que es una actividad que está bastante ligada al turismo de gastronomía, por lo que cuando se unen las dos, se puede llegar a descubrir a fondo la gastronomía de cada zona.
Todo depende de la zona, pero también suele estar asociado con el turismo de carácter cultural, donde se descubre la historia y el arte de la zona.
Hay que saber que el enoturismo hace posible que las bodegas promocionen el origen de los productos, donde se ofrezcan catas de vino o se pueda contar con una tienda en la que poder comercializar el producto directamente con los consumidores.
¿Qué razones hay para hacer este tipo de turismo?
Vamos a ver unas cuantas:
Una manera distinta de contactar con la naturaleza
Para las personas que aman la naturaleza, este tipo de turismo es una alternativa de lo más atractiva, pues se puede descubrir la vid. Los viveros de plantas como Plantvid creen que todo está beneficiando a todos los sectores que viven del vino en nuestro país, pues se valora cada vez una industria tan importante para nuestro país.
No debemos olvidar que también es una magnífica manera de poder contemplar los parajes naturales en donde se encuentran.
Conocer el origen del vino
Las personas que adoran el vino no deben perderse la oportunidad de saber más de un producto tan especial como es el vino, así como los cuidados a los que es sometido.
Apoyo al turismo rural
El enoturismo en las zonas rurales es capaz de generar riqueza y nuevas oportunidades de empleo, lo que es altamente positivo, especialmente en muchas zonas de nuestro país que sufren de despoblación.
Pasarlo bien con la pareja, familiares o amigos de manera distinta
Las visitas a las bodegas son una magnífica experiencia que puedes vivir con las personas que más quieres y una manera distinta de pasarlo bien en nuestro tiempo de ocio. Una manera de huir de la rutina y pasar a experimentar nuevas cosas.
Las bodegas cada vez optan más por no renunciar a este tipo de turismo y ponen más facilidades, algo que normalmente suele traducirse en mayores ingresos que siempre agradecen, tanto la bodega como los municipios donde se encuentran estas atracciones de turismo rural enológico.
La experiencia de poder vivir y sentir lo que es un centro en el que se produce vino, sorprende a muchas personas, porque si entendemos que un amante del vino puede agradarle la experiencia, a las personas que no conocen tanto, les termina por sorprender y ven este mundillo de otra manera.
Una experiencia inolvidable
La idea de mezclar las sensaciones y el mundo del vino con la naturaleza presente en estos lugares ha sido todo un acierto y cada vez hay más zonas en España que se suman a este tipo de turismo.
Incluso hay países menos desarrollados como puede ser Rumanía o Moldavia que poco a poco van metiendo el turismo enológico entre su oferta turística, pues como antes decíamos, vivir, y sentir la labor que se hace en una bodega es una experiencia difícil de olvidar.