Descubre cómo se debe rescatar a un animal abandonado.

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Lamentablemente, muchos de nosotros nos hemos topado alguna vez con la desagradable situación de intentar ayudar a un animal abandonado. Y para los que tenemos empatía de sobra, y nos imaginamos que nos lo hacen a nosotros o se lo hacen a nuestros hijos, sin duda alguna, nos parte el corazón.

De hecho, encontrar y rescatar a un animal abandonado no es algo tan malo como pensamos, ya que, quitando el hecho de que el animal lo ha pasado mal, estaremos ayudándole a sentirse mejor, a curarlo y a darle un techo, lo cual es siempre algo positivo.

Sin embargo, el desconocimiento acerca de este tema causa rechazo en muchas personas, las cuáles sienten miedo e inseguridad acerca de este tema y prefieren mirar para otro lado condenando a ese animal a una muerte segura, ya que imagínate qué pasará si todo el mundo hace lo mismo; no tendría posibilidades ¿verdad?

Por eso, en este artículo hemos decidido arrojar algo de luz sobre el tema e intentar concienciar a nuestros lectores acerca de que todos y cada uno de nosotros podemos ayudar siempre y cuando sepamos cómo.

Si tu también quieres ser un rayo de esperanza para esos pobres animales, no te pierdas este artículo: recibirás toda la información necesaria para realizar el rescate.

¡Comenzamos!

Primeros pasos del rescate animal.

Por lo general, lo más normal es que el animal que nos encontremos se encuentre en la calle malherido, desnutrido y sucio, ya que, salvo en algunas ocasiones en las que las personas dejan los animales en una caja o en una bolsa, lo normal es que los que abandonan los dejen en un lugar y ellos intenten buscarse la vida pobremente.

Lo primero que vamos a hacer en estos casos, es analizar la situación:

  • Si es un perro, las preguntas que debemos hacernos son las siguientes:

¿Hay casas cerca? ¿El perro está muy desorientado? ¿Babea mucho? (Puede ser signo de alta deshidratación) y sobre todo ¿es amistoso, o es agresivo?

Debemos tener en cuenta que, al contrario que los gatos, los perros no suelen tener colonias de perros callejeros; son animales de compañía, y cuando están en la calle suelen estar solos y desnutridos. Dicho de una forma un poco fea, los gatos saben buscarse más la vida que los perros, aunque esto no justifique jamás que sean abandonados por un humano.

Si el perro es amistoso, podemos observar si tiene collar, ya que muchos dueños dejan ahí su número de teléfono y su dirección. Antes de llamar a nadie, es importante llamar a la policía, ya que el perro puede haberse escapado de su casa tras sufrir maltrato animal.

En ningún caso deberemos dejar que nos muerda, ya que puede estar enfermo y transmitirnos enfermedades como la rabia. Antes de que venga la policía, podemos intentar coger al perro con una correa (si es amistoso) para evitar que corra hacia la carretera o huya de alguna forma peligrosa para él.

Asimismo, en vez de llamar a la policía, también podemos llevarlo al veterinario. Éste no sólo evaluará su situación de salud, sino que además verificará si porta microchip para poder localizar a sus dueños. Si el perro no tiene ningún dueño, podremos quedárnoslo o esperar a que una asociación de animales se haga cargo de él.

  • Si es un gato, proseguiremos de forma parecida:

Debemos analizar su entorno: muchos gatos viven en colonias supervisadas por las autoridades. En realidad, no debería ser así, pero podemos intentar analizar si están siendo cuidados y supervisados antes de pensar que están tirados en la calle.

Para los gatos ocurre lo mismo; si tratamos con ellos, siempre debe ser con cuidado, con guantes y con mucha paciencia. Jamás debemos hacer movimientos bruscos o hablarle con rudeza, puesto que esto asustará al animal y saldrá corriendo de nuestro lado.

A los gatos se les suele intentar atrapar con un trasportín o jaula trampa para poder llevarlos con nosotros hacia el veterinario o donde necesitemos. Un buen truco consiste en dejar una lata de comida abierta dentro del trasportín; entonces, podremos atraparlo. Pasará un mal rato, pero siempre y cuando estemos dispuestos a ayudarle, esto será necesario.

Una vez en el veterinario, éste también verificará si existe presencia de microchip. En caso de no tener dueño ni pertenecer a ninguna colonia controlada, el gato queda libre para su adopción.

  • Si es un ave, o alguna especie exótica.

Debemos contactar con las entidades correspondientes. Muchas aves como los gorriones se caen del nido antes de empezar a volar, y podemos encontrarlos intentando sobrevivir en la acera. Si coges un gorrión, o un ave parecida, es importante intentar entregarla a aquellas personas entendidas o a las entidades de medioambiente correspondientes; estas especies son muy delicadas y además están protegidas, por lo que será mejor cuidarlas de esta manera.

Segundo paso: la estancia en casa.

Tanto como si queremos adoptar el animal, como si queremos ser su casa de acogida durante algunos meses (hasta su recuperación, o hasta que encuentre una familia) debemos realizar los primeros pasos con cautela:

  • El veterinario será tu mejor amigo.

Pídele consejo en todo momento, y no le des de comer ni de beber nada que no te haya recomendado. Asimismo, él te recomendará acerca de las vacunas correspondientes que debes darle al animal y de los tratamientos que crea necesarios para su crianza.

  • Adapta el lugar a tu nuevo amigo.

Al principio, la convivencia se tornará algo difícil; ten en cuenta que un animal maltratado, abandonado, malherido o de la calle no se sentirá bien con su situación actual, y puede mostrar rechazo y agresividad frente a nosotros por puro instinto de supervivencia.

En este contexto, te recomendamos tener muchísima paciencia y adaptar el lugar con cabeza. Si tienes otros animales, los expertos de Vallas Metálicas Herácles nos aconsejan proporcionar a nuestro nuevo amigo una estancia segura los primeros días, pero espaciosa, como una jaula para mascotas. Una vez pasen los primeros días, y el animal esté sano y muestre más confianza, deberemos afianzar su espacio de diferentes maneras para hacer que se sienta como en casa.

A los gatos, les encantan los sitios altos, y además se sienten seguros en ellos. Por ello, un árbol con diferentes plantas y cubículos puede ser una buenísima opción para asegurar su comodidad. También te recomendamos poner cerca de él un arenero para que pueda percibir ese espacio como suyo único.

  • Dale mucho cariño y atención.

Ten en cuenta que los animales abandonados mostrarán desconfianza y miedo por defecto. Por ello, en ningún caso deberemos dejarles solos y esperar a que ellos mismos coman, beban y jueguen sin interactuar con ellos ¡al revés! Cuanto más tiempo pasemos con ellos, mejor se sentirán.

Asimismo, si tenemos otras mascotas debemos incitarles a que estén juntos siempre pasando un pequeño periodo de adaptación, y respetando en todo momento el espacio de cada animal para no agobiar a ninguno de ellos.

  • Practica la adopción responsable.

Si vas a ser casa de acogida y sólo cuidas al animal durante un tiempo, asegúrate de que el animal vaya a un buen hogar. Jamás dejes al animal en manos de cualquiera, acompáñale a que le pongan el chip con su nuevo dueño, y pide garantías de que el animal se encuentra bien a su veterinario siempre que puedas.

Debes entender que esta es una gran responsabilidad que tenemos que cuidar entre todos ¡no te desentiendas!

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